La labor de los directorios de la comunidad ha estado marcada no sólo por la satisfacción de apoyar a los comuneros, sino también por el riesgo que significan los desplazamientos. En enero de 2019, debieron enfrentar en terreno los efectos del terremoto.
Uno de los valores que se le reconocen a los dirigentes sociales es el esfuerzo que desarrollan en sus labores. Tienen que estar al lado de las personas, sobre todo cuando las situaciones son adversas y complejas, aun a riesgo de su integridad. La noche del 19 de enero de 2019 el directorio vivió una situación límite luego que la Región de Coquimbo fue azotada por un fuerte terremoto que nuevamente colocó la zona a prueba. El grupo de dirigentes venían de regreso al centro de La Serena luego de visitar a un grupo de comuneros cuando el sismo los encontró en plena cuesta que antecede la localidad de Almirante Latorre. En medio de la noche debieron sortear la caída de enormes rocas que perfectamente pudieron haber colocado en peligro la integridad de las personas.
En todo caso el hecho no pasó a mayores despejando como pudieron el camino donde cayeron enormes rocas que en algunos tramos obstaculizaron el trayecto. Sin embargo, con esfuerzo lograron despejar la ruta para retomar el recorrido y aprovechar de conocer el estado en que se encontraba los comuneros que estaban en los alrededores.
ESTUDIO DE RESGUARDO
La incertidumbre que genera este tipo de episodios llevó a que en más de una reunión el directorio planteara a la asamblea la necesidad de buscar un resguardo de la integridad de los dirigentes, principalmente a través de un seguro que cubriera este tipo de actividades, más allá del que posee los vehículos respectivos.
En la oportunidad se indicó que en la mayoría de los casos no se dimensiona el riesgo que puede significar un viaje, no solo cuando puede existir un terremoto o fuerte temblor, sino que también tras las lluvias donde los caminos quedan intransitables.
A principios de marzo de 2019 el directorio se reunió con el diputado Sergio Gahona como una forma de solicitarle apoyo para agilizar arreglos para la cuesta Las Higuera y sobre todo trabajar en conjunto para lograr solucionar la incomunicación en la que quedan las localidades apartadas de la comunidad.
Actualmente una de las pocas vías de diálogo con los centros urbanos son los sistemas de radios que estaban las escuelas, pero que hoy la mayoría ha cerrado y quedan en las juntas de vecinos. En Almirante Latorre existe sólo un teléfono rural, mientras que en Condoriaco el robo de los paneles solares ha dejado en más de una oportunidad a los habitantes incomunicados.
ESTRAGOS EN CAMINOS
De hecho, una de las labores que también desarrolla el directorio es salir a socorrer a los comuneros cuando las precipitaciones son demasiados intensas y provoca la bajada de quebradas como las de Santa Gracia, San Antonio y la que une la localidad de Agua Grande con Almirante Latorre. De hecho, en más de una ocasión los pueblos han quedado aislados, provocando principalmente problemas de comunicación. No obstante, más allá de la complicación los comuneros advierten en las lluvias una bendición.