Un Halloween familiar en la Comunidad de Olla de Caldera

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La familia de don Hugo Villalobos decidió entregarle en medio de la pandemia un grato momento solidario a los pequeños y vecinos del sector Agua Grande y majadas aledañas, quienes agradecieron el gesto.

La celebración de Halloween es toda una tradición sobre todo para los más pequeños del hogar. Quienes se disfrazan y salen a buscar dulces dentro de sus vecindarios. Este año producto de la pandemia del covid-19 la tradición se ha tenido que dejar de lado y evitar el puerta a puerta para no colocar en riesgo la salud de los pequeños.

En el campo la actividad parecía tener el mismo destino por el temor a la pandemia mundial. Sin embargo, don Hugo Villalobos, integrante de la comunidad Agrícola Olla de  Caldera de La  Serena, sorprendió  a todos con la iniciativa de salir a repartir dulces y golosinas a los habitantes  de la localidad de Agua Grande y  las majadas  existente  alrededor.

La iniciativa, donde contó con el apoyo de su familia, fue valorada por los vecinos quienes agradecieron el gesto, sobre todo los menores que estaban en las viviendas.

Don Hugo junto  a parte de su familia quienes organizaron una solidaria  noche de hallowen.

Dayana, nieta de Don Hugo, fue la encargada de organizar esta particular actividad donde relata la idea  nació para entregarle un momento de diversión a los más pequeños del hogar, quienes no sólo han tenido que vivir el impacto de no concurrir a la escuela en forma presencia, sino que también se han privado de las principales fiestas. “Por el tema de la pandemia es difícil que puedan salir a pedir dulces y hacer lo que realizan todos los años, lo que es muy expuesto y peligroso. Así que decidimos hacerlos acá en el terreno de mi abuelo, como ellos también están acá y siempre acostumbrábamos a venir a verlos”, destaca.

Pero, nada se dejó al azar. Todos los miembros de la familia se disfrazaron y salieron en caravana a repartir  los caramelos adoptando las medidas de protección y de esta forma compartir una grata tarde con los integrantes de la familia y los menores  de las majadas vecinas. “El recibimiento fue súper bueno, había hartos niños que estaban muy contentos al igual que los adultos”,  resaltó Dayana.

UNIÓN FAMILIAR

Los efectos de la pandemia llevó a  don Hugo y esposa hace tres meses  recluirse en el terreno que poseen dentro de la Comunidad Agrícola y con ello evitar cualquier complicación. “Nos hemos cuidado harto y mis hijas nos visitan los fines de semana”, precisa.

Igualmente destacó el recibimiento de los pobladores del sector, principalmente cuando admitió que este tipo de actividad  no se genera  mucho en el campo. “Pero, como los niños no podían salir se nos ocurrió con la familia, el poder nosotros llevarle los dulces.  Antes lo habíamos hecho en Las Compañías, pero ahora por la pandemia quisimos hacerlo acá (campo)«.

La presidenta de la Comunidad Agrícola Olla de Caldera, Susana Alfaro Villarroel, valoró la iniciativa del comunero y su familia y aseguró  que es una muestra de cómo un  gesto de esta naturaleza puede unir a los sectores.

La directiva de la Comunidad Agrícola Olla de Caldera destacó el gesto de un  comuneros.

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