Aunque los efectos de la pandemia le impide liderar la procesión en honor a la imagen de la Fiesta Religiosa de Almirante Latorre por las principales calles del pueblo, esto no es impedimento para destacar su aporte.
Don José Carmona Ortiz es todo un personaje en la localidad de Almirante Latorre. Es quien encabeza la procesión en honor a San Teresita de Jesus y que el segundo domingo de octubre da vida a la tradicional Fiesta Religiosa que este 2020 cumple 95 años y se acerca al centenario. Sin embargo, como todo los eventos masivos la festividad también sufrió el impacto de la pandemia del covid-19 que mantiene en jaque al mundo entero.
Actualmente vive en una majada en Lambert (en el sector de La Perla) y a principios de septiembre de 2020 fue visitado por la directiva de la Comunidad Agrícola Olla de Caldera precisamente para ayudarlo en medio de esta crisis sanitaria.

La agrupación, liderada por la presidenta Susana Alfaro destacó que junto con preocuparse por los comuneros, también lo hacen por quienes han entregado un aporte importante a la localidad y don José se ha ganado el cariño de todos, sobre todo de los fieles que constantemente llegan a la actividad religiosa.
Es por ello que le hicieron entrega de alimentos y utensilios básicos que él agradeció enormemente.
TOCADO POR LA TRADICIÓN
Actualmente don José tiene 85 año y dice estar orgulloso de pertenecer al baile religioso de Almirante Latorre. Su figura inspira respeto y aún posee las fuerzas y mística para seguir como jefe de la agrupación.
El 2015 la fiesta cumplió 90 años y estuvo entre los protagonista del libro Almirante Latorre: Testimonios de 90 años. En la oportunidad, en una extensa entrevista que hoy en la página web de la comunidad reproducimos algunos pasajes, destacó que su padre desde el mismo nombre lo vinculó a la institución cuando tenía siete años. Aún tiene marcado ese momento. “Me gusta la devoción que genera este baile al mi padre me ingresó desde chico”.
Para la procesión de octubre de 2015 a don José también le correspondió recibir a nuevos integrantes. Se trata de una de las instancias más emotivas y simbólicas. En la práctica la proyección y continuación del baile. “Por momentos me recordó cuando él me presentó y me indicó que siguiera esta devoción hasta donde yo pudiera”. Esta promesa la ha cumplido sagradamente. Tiene más de 70 años en el baile y nunca ha fallado.
Está integrado por 12 personas y todos vinculados a las familias del pueblo. “Mi padre me contó que él también llegó de niño al baile religioso y empezó como tamborero. Los nuevos integrantes son los encargados de continuar la devoción. Sus madres los entregaron a la virgen para que siguiera la tradición. Por ejemplo, falleció José Santos Rivera, quien era tamborero mayor y ahora ingresó su hijo pequeño”.

Reconoce que el momento más simbólico es cuando despide a la imagen de Santa Teresita de Jesús en las puertas del templo. “Adiós Santa Teresita, ya nos vamos a retirar, de este pueblo querido ya nos vamos a alejar…adiós Santa Teresita, adiós altar mayor , ya se retiran todos sus bailes… Con esta triste exclamación, ya me voy a retirar y al templo estamos llegando… también a tí te pedimos que nunca nos abandones”, es parte del ritual en las puertas del templo.
“Son palabras que surgen del momento y uno las va arreglando a nombre de la virgen”, asegura don José. Una cosa tiene clara donde José y lo remarca con fuerza. “Estaré en el baile hasta que Dios me dé vida”, enfatiza.
Durante la visita de los dirigentes en ningún momento perdió su buen humor, ni menos sus dotes para la poseía y las rimas. De hecho, en la despedida se animó con unas palabras. “Estamos en el sector de La Perla y me encuentro con toda la directiva de la Comunidad de Olla de Caldera y le doy las infinitas gracias a la directiva”, remarcó.