Iniciativa permitió el 2018 y el 2019 conocer en terreno las necesidades de las familias y el trabajo que están desarrollando.
Una de las labores más enriquecedoras, pero, poco conocidas, son las visitas que los integrantes del directorio de la Comunidad Agrícola Olla de Caldera efectúa a los comuneros en sus propias majadas y lugares de trabajo. La iniciativa permite recoger las inquietudes de las familias que ha optado por quedarse en el campo para desarrollar sus actividades caprinas, mineras o vinculada a la pequeña agricultura familiar campesina. Aunque los constantes periodos secos ha golpeado fuertemente al mundo rural, las personas que han decidido hacerle frente a este adverso panorama admiten no estar dispuestos a emigrar al sector urbano, a pesar que gran parte de sus hijos y nietos han tenido que hacerlo por falta de expectativas, sobre todo laborales.
CERCANÍA
Entre las familias que se visitó estuvo la de Luis Contreras permitiendo conocer cómo habían enfrentado el fuerte terremoto del 19 de enero de 2019.
De la misma forma se llegó donde la familia de Sergio Muñoz en el sector el 22, donde además se conoció las inquietudes de la familia de Sacarías Contreras y su hijo.
El directorio destacó la positiva recepción de los comuneros y el interés por dar a conocer sus necesidades. En esa línea la mayoría coincidió en conocer las herramientas que existen para potenciar las actividades que están emprendiendo. Por ejemplo, quienes se dedican a la ganadería hacían consultas respecto a las líneas de apoyo que hay para mejorar esta actividad, sobre todo en acceder a mayor tecnología para la ordeña y la posterior fabricación de quesos.
De hecho, en la comunidad de de Olla de Caldera existen una serie de experiencias exitosas en cómo se debe trabajar un ganado, donde lentamente los comuneros se han abierto a trabajar la raza de cabra que permite tenerla en cautiverio y con ello evitar el degaste de sus propietarios con el pastero en los cerros, además de estar expuesto al daño de zorro, perros y puma chileno.
MASIVO ÉXODO
Una de las mayores complicaciones de la actividad ganadera al interior de la comunidad es el éxodo de los dueños de los ganados por el envejecimiento del patriarca. En todo caso, se ha constatado que resisten hasta el final y la salud se lo permite. Además, son pocos los hijos y nietos que continúan con la tradición. La mayoría tras acceder a los estudios siguen otros rumbos.
Las visitas a los mismos hogares también le permite al directorio conocer lo que están realizando en su actividad productiva y cómo en algunos casos han transformado espacios agrestes en terrenos productivos.