Durante los días que se extiende la festividad los habitantes del sector se vuelven a reencontrarse con sus raíces se potencia eventos como el rodeo de burros, carreras a la chilena y juegos populares.
En la Quebrada del Durazno la Comunidad Agrícola Olla de Caldera mantiene viva una de las tradiciones más antigua del sector. Se trata de la Fiesta Religiosa del Durazno y que se efectúa a finales de octubre y después de la festividad de Almirante Latorre.
Se había dejado de hacer luego de la muerte de Miguel Rivera y su esposa que se habían transformado en guardianes de la capilla del pueblo donde se venera a la virgen del Carmen. Sin embargo,

La tradición se recuperó en el 2010 con la construcción de un nuevo templo.
Pero, junto a la fiesta religiosa se efectúa una verdadera feria costumbrista donde se levantan ramadas y se expenden todo tipo de productos típicos del campo.

En paralelo se potencia el rodeo de burros que permite cuantificar la cantidad animales que existen en los alrededores y se aprovecha la instancia de marcar.
Pero, si de chilenidad se trata también en la fiesta del Durazno igualmente se han popularizado las carreras a la chilena y los juegos populares que permite integrar a los más jóvenes y evitar que se pierda la tradición.
SEÑALES DE FE
Sin embargo, uno de los mayores orgullos del evento religioso es el fervor que genera la Fiesta Religiosa que tiene como epicentro una homilía central y la procesión alrededor de la capilla y las principales viviendas de la localidad.
De hecho, una de las características es que el baile Chino de la localidad de El Durazno es integrado por comuneros y sus familiares.

Uno de ellos es Pedro Bernal quien destaca por su atuendo y el ritual con que enfrenta su participación.

De la misma forma la columna de fieles igualmente la integran los vecinos de sectores aledaños y familias completas que en su momento emigraron a la ciudad, pero que durante años vivieron en el pueblo al cual añoran volver.
En la procesión también participa una delegación a caballo como símbolo del reconocimiento a la virgen del Carmen, protectora del pueblo.
El momento más simbólico es cuando las imágenes religiosas retornan al altar de la capilla y los devotos se despiden hasta al próximo año dando gracias por las promesas cumplidas o solicitando nuevas peticiones.